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lunes, 1 de octubre de 2007

Momento Pepsi con...Ricky Martin!!!

Lugar: Culiacán, Sinaloa, México (Estadio Banorte)

Fecha: 21 de septiembre.

Hora: 8:30 p.m.

Evento: Ricky Martin, Blanco y Negro Tour


Desde junio se escuchaban ya los rumores: Ricky Martin estaría en Culiacán. Con eso de que el rancho culichi se está "culturizando" (yeah right!) gracias a la Sra. Esposa de Don Chuy Tomates, nadie quiere quedar fuera de estos eventos propios del "primer mundo". Primero la mamita-shikita-linda-mi-amor-como-la-quiero-la-amo-la-adoro-y-la-deseo de Shakira vino a mover las caderas y luego la Ricarda Martínez (aka Ricky Martin) vendría a pararles el corazón a la bola de mujeres culichis ilusas que aún juran que el wey es muy macho, y a levantar envidias y pasiones entre las jotas de esta ciudad.

Mucho ahondamos en el dilema de ir o no ir al concierto. Uva puta y su novia dijeron que no podían faltar; frambuesa ramera dijo que no era posible que se tomaran el tiempo de ir a ver a esa mujer con barba de candado y mi niña me dijo primero que si y luego (con aquello de que ya trabaja y que se ha hecho muy ahorrativa) que era mejor que no gastáramos en ir al show.

Total, que tal y como ya me imaginaba desde que se supo que la jotona boricua estaría presente por estas tierras, el mero día del evento fue un caos: uva puta y su novia andaban desesperadas queriendo conseguir boletos aunque fuera de reventa y mi novia estaba que moqueaba porque no adquirimos boletos con tiempo. Pues el caso es que los boletos se agotaron, y el estadio de los Dorados era un hervidero de gente desde muy temprano. Finalmente decidimos las cuatro ir a dar el rol por ahí cerca con la intención de escuchar al ícono gay y echarnos unas chelas mientras tanto.

Después de mil vueltas, nos estacionamos en una calle aledaña al estadio y mientras Uva Puta y su novia disfrutaban de un suculento hot dog, mi novia y yolinda destapábamos unas chelas. A lo lejos, tratábamos de descifrar las canciones que cantaba Ricky, aunque lo que más se oía eran los gritos de las fanáticas. Cuando menos pensamos, el concierto llegó a su fin, y entonces fue cuando sucedió: el momento Pepsi...

Estábamos en la caja de la camioneta de la novia de Uva Puta, mirando hacia el boulevard por donde tendría que pasar el vehículo en el que viajaba el cantante. Pasaron varias camionetas, hasta que una de ellas dio la vuelta justo por la calle en la que nos encontrábamos. No prestamos mucha atención hasta que, a medida que se acercaba a nosotros, reducía la velocidad. Era una hummer blanca con vidrios polarizados. Al pasar justo enseguida de nosotros, el vidrio se baja y primero aparece un mohawk, luego unos ojos coquetos seguidos de una nariz aguileña y una sonrisa deslumbrante....si....Ricky Martin!!
Con su acento boricua y el encanto natural que tiene (si, aunque sea lencha y el una jotona, le reconozco eso al tipo), nos dijo:

RM: hola! disfrutaron del concierto?
Nosotras: Si...(con la boca abierta y sin poder juntar dos palabras)
RM: Los culichis me dejaron agotado...y olvidé mi Pepsi en el camerino...(dijo esto viendo directamente la pepsi a medio terminar de la novia de Uva Puta)
La novia de Uva Puta: (sin palabras, sólo atinó a tomar en su mano la lata de pepsi y a extendérsela al ídolo...
RM: (Dio un largo trago a la bebida; al terminar, regresó la lata a la novia de Uva Puta, sonrió una vez más y la hummer arrancó y se perdió en la oscuridad de la calle)

Weeeeeeeeeepppaaa!!! pues no...en realidad esto último jamás sucedió pero nos divertimos de lo lindo imaginando que cada camioneta que pasaba y entraba por esa calle, traería consigo nuestro momento Pepsi..